El mismo Petrarca (que inventó el concepto despectivo de "Edad Media", para distinguirse de ella) vivió en el siglo XIV, y su poesía no existiría sin Dante, el cual, a su vez, tanto debe a los trovadores.
Por Enrique Sánchez. 31 octubre, 2023. Publicado en El Tiempo, el 29 de octubre de 2023.Los últimos siglos del Imperio Romano Occidental son caóticos. Por ejemplo, entre el 238 y el 285 d. C. hay 19 emperadores, y ninguno fallece de muerte natural. Las guerras civiles desgarran Roma. La sociedad se ruraliza. Los emperadores multiplican los impuestos, lo que contrae más la economía. Los pueblos del norte de Europa presionan cada vez más (o Roma les permite migrar masivamente al sur, por las buenas, o lo harán por las malas). Y los hunos, con Atila al frente, son la pesadilla del continente.
Cuando cae el Imperio Romano Occidental, en el 476 d. C., Roma es una sombra de su gloria pasada. De hecho, hace décadas que ha mudado su capital occidental a Rávena, porque es más defendible. Así inicia, pues, la Edad Media en Occidente. Entre las ruinas de un imperio que ha sucumbido a las invasiones de hunos, godos, ostrogodos, visigodos, vándalos, alanos, etc. Las ciudades se vacían. Y la poca cultura que se salva, permanece en monasterios (que Chesterton comparaba al arca de Noé, en medio del diluvio).
En sus primeros cinco siglos, la Edad Media es, sí, una época oscura. De retroceso cultural, científico y tecnológico. De corrupción del latín. De casi desaparición del comercio. De poca circulación monetaria (regresa el trueque). De autarquía. De caos político. A pesar del Renacimiento carolingio, en torno al 800 d. C., que comienza a reconstruir culturalmente el continente. En esos siglos son los pueblos islámicos los más avanzados científicamente. Acceden a la sabiduría de las tierras conquistadas a Bizancio. Y celebran el comercio (que favorece el intercambio de ideas).
Todo cambia, en la Cristiandad, a partir de los siglos XI y XII. Resurge el comercio. Y, con él, las ciudades (los burgos), cuyos habitantes (los burgueses) no están sujetos al control nobiliario. “El aire de la ciudad hace libre”, reza el dicho. Florecen los gremios. Se levantan las catedrales románicas y, altísimas, las góticas. Aparece la literatura del amor cortés (que transforma la cultura occidental). Se crean las universidades. Llegan muchos textos griegos (a través de traducciones árabes). Aumentan los contactos con el Islam, tanto violentos (Cruzadas) como comerciales y culturales (Escuela de Traductores de Toledo, Escuela de Salerno, Ramón Llull, etc.).
La Edad Media duró un milenio. Afectó a la Cristiandad Occidental, al Imperio romano de Oriente (Bizancio) y al Islam. Así pues, convendría evitar generalizaciones. Pero, si tuviera que resumir qué pasó en la Cristiandad occidental durante el medievo, diría que, tras cinco siglos de retroceso, de oscuridad, inició en los siglos XI y XII un resurgimiento, un esplendor, que hizo posible el Renacimiento. El mismo Petrarca (que inventó el concepto despectivo de “Edad Media”, para distinguirse de ella) vivió en el siglo XIV, y su poesía no existiría sin Dante, el cual, a su vez, tanto debe a los trovadores.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.